Auburn Reed tiene toda su vida planeada. Sus objetivos están a la vista y no hay lugar para errores. Pero cuando entra en un estudio de arte en Dallas, en busca de un empleo, lo que menos espera encontrarse es una profunda atracción hacia el enigmático artista que trabaja allí, Owen Gentry.

Por una vez, Auburn asume el riesgo y pone su corazón al mando, sólo para descubrir que Owen guarda grandes secretos. La magnitud de su pasado amenaza con destruir todo lo que es importante para Auburn, y la única manera de conseguir que su vida vuelva a la normalidad es alejarse de Owen.

Lo último que Owen quiere es perder a Auburn, pero parece que no puede convencerla de que la verdad es a veces tan subjetiva como el arte. Todo lo que tendría que hacer para salvar su relación es confesar. Pero en este caso, la confesión podría ser mucho más destructiva que el pecado en sí…