A Emily le gusta su vida de la manera en que es: padres cariñosos, buenos amigos, buena escuela en un barrio seguro. Sólo siente curiosidad por saber algo de su padre biológico, el que eligió unirse a un club de motocicleta, ser el rey del Terror, antes que su padre, pero eso no significa que no quiera ser parte de su mundo. Pero cuando una visita inesperada se convierte en unas largas vacaciones de verano entre los familiares que nunca supo que tenía, una cosa queda clara: nada es lo que parece. No es el club, no es el secreto que su padre trata de ocultar y no es Oz, un tipo de ojos azules que puede ayudarla a entenderse con su padre.

Oz quiere una cosa: unirse al reino del Terror. Son los buenos. Ellos protegen a las personas. Son... familia. Y mientras Emily —la hermosa y protegida hija del miembro más respetado del club está en la ciudad, va a demostrárselo. Así que cuando su padre le pide que la mantenga a salvo de un club rival con una cuenta que saldar, Oz sabe que es su oportunidad para cumplir su sueño. Con lo que no cuenta es con que Emily sólo podría trastocar sus planes.

Nadie quiere que estén juntos. Pero a veces la persona adecuada es la que menos te lo esperas, y el camino que más temes es el que te lleva a casa.