Para ser sincera, no conocía este libro y tampoco entraba en mis planes leerlo, pero hacía tiempo que no colaboraba con la editorial y cuando entré en su página y estuve mirando las novedades, me encontré con Tenías que ser tú y la sinopsis me llamó bastante la atención. Por ese entonces me apetecía leer algo de romántica, en realidad siempre me apetece leer ese género porque suelen ser lecturas bastante ligeras y pensé que ésta podría ser una buena historia, de esas que se leen rápido y que enganchan mucho.

Aunque no soy partidaria de las monarquías, este tipo de historias que incluyen la temática del linaje real y una relación que aparentemente no tiene mucho futuro porque sus protagonistas no se llevan excesivamente bien, me chiflan, así que como he leído pocos libros con este tipo de trama, quise darle una oportunidad.

Tenías que ser tú está narrado a dos voces por los protagonistas: Abbi y William. Cada uno de ellos pertenece a un linaje diferente y tendrán que aprender a convivir juntos, ya que sus familias han decidido unirse mediante el matrimonio de ambos.

A priori esta historia tenía todos los ingredientes propios de ese tipo de tramas que tanto me gustan. Sin embargo, he encontrado muchos más errores y defectos de los que esperaba.

Para empezar, mientras iba leyendo, muchas veces tenía que volver a leer lo que ya había leído, porque algunos párrafos parecían no tener concordancia entre sí. Además he visto cosas mal escritas, puntuaciones incorrectas que algunas veces dificultaban la lectura y la autora ha introducido cosas que en muchas ocasiones no venían a cuento ni eran relevantes para la trama.

A pesar de conocerse desde pequeños, a mí me ha parecido un poco instalove, aunque la verdad es que ya me encuentro tanto ese recurso en las novelas que leo que no sé si realmente se puede clasificar como tal.

William me ha parecido un tanto irritante y contradictorio, por lo que la historia se me ha hecho confusa y me ha costado entender realmente a este personaje. A lo que me refiero es que tantas idas y venidas entre los personajes, esa relación tan tortuosa en algunas ocasiones, y sobre todo los pensamientos de William, me han tenido en un estado constante de confusión y sin saber realmente si cuando era pequeño estaba enamorado de Abbi o no. Por ejemplo, primero decía que no le gustaba la Abbi sencilla, luego que sí, luego que no otra vez y así sucesivamente. Abbi tampoco es que se salve, aunque tiene cosas mucho más positivas que el personaje masculino.

Luego encontramos algunas escenas y comentarios machistas, que me han puesto un poco de los nervios.

Sé que la reseña parece bastante negativa y a pesar de no estarme encantando como esperaba, siempre me quedaba con ganas de seguir leyendo y con esa curiosidad de saber que pasaría a continuación.

Está claro que no es una gran historia, que tiene muchos tópicos y no están del todo bien llevados, pero al final es un libro entretenido que se lee más o menos rápido.

Por increíble que parezca y después de la pequeña decepción que me he llevado, quiero continuar con esta trilogía y espero que mejore con su segunda parte.

En conclusión, Tenías que ser tú es una historia un tanto repetitiva en cuanto a la relación de los protagonistas, pero al mismo tiempo, se nos muestra un mundo que es precisamente lo que le da el toque diferenciador a la trama, aunque está claro que este libro podría mejorar bastante.