Este libro ha revolucionado a medio mundo y más. Sólo hace falta ver la cantidad de ejemplares que se han vendido. La edición que yo tengo y que me envió Planeta es la sexta y a los pocos días de recibirlo vi la novena edición en las librerías, así que creo que queda claro que todo el mundo ha querido leer este libro y descubrir lo que realmente ha pasado en esta historia.

Lo cierto es que me he tomado la lectura de este libro de forma muy relajada, porque no he querido perderme absolutamente nada y cuando he leído las primeras páginas y a medida que la autora comenzaba a desarrollar la historia, he sentido eso mismo que han dicho otros escritores que lo han leído, porque no he sido capaz de parar y he leído algunas páginas en tiempo récord y sin darme cuenta he ido pasándolas hasta terminarlo.

Si hay algo que he aprendido con esta historia es que es no puedes confiar en nadie, porque al final la persona que menos espera es la culpable, así que después de dejarme llevar y fiarme de ciertos personajes, he comenzado a ver culpables hasta donde no los había.

Me ha gustado muchísimo que el libro estuviese narrado por distintas personas: Rachel, quién es la protagonista y la que viaja en el tren de las 8:04 todos los días, Megan, la chica que ha desaparecido, y Anna, la esposa de Tom, el ex de Rachel. La verdad es que estas tres mujeres tienen algo por mínimo que sea que hace que no puedas confiar cien por cien en ellas y es que Rachel es alcohólica, Megan engañaba a su marido y Anna es una mentirosa. Además, Paula Hawkins ha establecido una conexión entre estos tres personajes que ha hecho encajar la historia de una manera que me he sentido como si fuera parte del equipo de investigación y tuviera que descubrir al verdadero culpable.

Me ha parecido curioso el hecho de que Rachel tenga tanta fijación con personas que no conoce de nada, excepto por esos momentos en los que viaja en el tren y observa a su alrededor, inventándose historias sobre ellas y en cierto modo creo que es algo muy común. Quizás no el hecho de inventarte que esas personas que viajan contigo en el tren tienen una vida perfecta, sino que realmente no sabes como son y puede que sus vidas no sean tan perfectas tampoco. Rachel es esa chica. Viaja todos los días, a la misma hora y hacia el mismo sitio, así que cuando el tren para por delante de la que era su casa y observa a los que podrían haber sido sus vecinos, se inventa sus nombres y decide llamarlos Jess y Jason, pero una mañana ocurre algo que no se supone que debiera de pasar y Rachel lo ha visto y ha hecho que la imagen que tenía de esos dos desconocidos haya cambiado.

El libro está lleno de secretos, todos tienen secretos, así que como he dicho, al final terminas por no confiar en nadie, aunque en mi caso, con ciertos personajes he querido creer que estaban diciendo la verdad cuando en el fondo sabía que no lo hacían.

A pesar de no ser un género que lea habitualmente, desde que leí la sinopsis y mucho antes de pedir el libro a la editorial, supe que me iba a gustar y no sólo eso, sino que además ha superado mis expectativas y me ha sorprendido muy gratamente.

Por cierto, si lo has leído has como muy buenamente pide la autora en el libro: Guarda el final en secreto, porque parte del misterio de este libro está en ese final de muerte. 

PD: Por si no lo sabéis, va a haber una adaptación cinematográfica de este libro y ya hay tres actrices confirmadas para los papeles de Rachel, Anna y Megan. 

Gracias a la editorial Planeta por el envío del ejemplar.